miércoles, 22 de diciembre de 2010

El placer de comer

¿Quién no se siente diferente durante esta época del año? Creo que las Navidades no dejan indiferentes a nadie y se mezclan en nosotros infinidad de sentimientos que hacen que en general estemos más ilusionados y alegres. Hay una sensación generalizada de querer compartir el tiempo con la familia y amigos y normalmente esto lo hacemos sentados alrededor de una mesa, con una buena comida.

Quiero resaltar aquí la función social que tiene la alimentación y que se hace más visible en días especiales como son los que se acercan. Obviamente la razón principal por la cual ingerimos alimentos responde a una necesidad fisiológica - sin alimentos no hay vida-, pero a través de la comida, realizamos también funciones vitales para nosotros como son el poder desarrollar nuestro lado emocional y cultural.

A través de la alimentación se generan y fortalecen lazos entre las personas, se conocen otros estilos de vida, se toman decisiones, se celebran etapas de la vida, cambiamos nuestro estado de ánimo y satisfacemos nuestro placer. En estas fechas nos damos cuenta de todo ello.

Supongo que el tema estrella de los artículos que hablen de nutrición este mes será el como reducir calorías de los platos típicos de navidad, como evitar coger algunos quilos de más... en definitiva, nos quedamos con la idea de prohibiciones. Considero que escribir aquí recomendaciones sobre lo que podemos comer o no estos días es inútil - habría que hacer un auténtico ejercicio de fuerza de voluntad-,  eso para otras épocas. Yo me he querido centrar en el aspecto social de la alimentación  y creo sinceramente que todos debemos aprovechar y disfrutar estas fiestas, relacionarnos, compartir, reír y sobretodo, saborear los alimentos que nos ofrezcan.

Por otro lado, no me quedo a gusto si no digo que todo lo escrito anteriormente no tiene que estar reñido con la salud. Muy al contrario de lo que solemos hacer, que es acabar estos días con la sensación de que hemos comido por dos - o por más..- , el placer no está relacionado con los excesos. La saciedad completa nos impide valorar y apreciar el sabor verdadero de los alimentos y nos conduce a un estado después de las comidas que nos resulta desagradable. La moderación es siempre una pauta que nos simplifica la vida.

Para acabar, si yo tuviera que dar un consejo durante estas fechas, este no se centraría en la comida, sino en el movimiento. Considero que en estos días es esencial. Hay que buscar momentos para practicar nuestro deporte habitual, dar paseos, salir a la calle en familia... y para los que lo dejan después de las fiestas, que no se lo piensen, menos es más - cundirá más salir a caminar 15 minutos cada día, que esperar al día 7 para intentar hacer 30 minutos corriendo, adelantaremos faena-.

Que disfrutéis todos de estas fiestas!

1 comentario:

  1. Tienes razón, por qué en estas reuniones familiares parece que hay que estar siempre en la mesa y comiendo? y luego el dia 1 todos con los "nuevos propositos"

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