lunes, 7 de febrero de 2011

¿Adict@s al café?

Es una frase muy escuchada aquella de: "Yo sin un café por la mañana no funciono". Es muy típica entre aquellos que son consumidores habituales de bebidas que contengan cafeína, no solo el café. Ciertamente, la cafeína es la sustancia psicoactiva más consumida a nivel mundial. Las personas que la toman diariamente creen que si no la tomaran no podrían rendir de la misma manera en sus actividades diarias. También están los que la toman en momentos concretos ya que de está manera pretenden aumentar su rendimiento en situaciones puntuales, por ejemplo, los deportistas antes de la competición. ¿Es cierto todo esto?¿Cómo actúa la cafeína?

La cafeína es absorbida y metabolizada muy rápidamente, entre 30 y 45 minutos son suficientes para que llegue a la sangre y allí se distribuya por el cuerpo, siendo el cerebro uno de los lugares a los que se dirige. Una vez dentro del cerebro, la cafeína se sitúa bloqueando los receptores de adenosina ya que químicamente son dos moléculas muy similares. La adenosina es un neuromodulador que tiene efectos sedantes e inhibitorios sobre la actividad neuronal. De esta manera, cuando tomamos alimentos que contiene cafeína éstos bloquean la acción de la adenosina, eliminando el efecto de calma que ésta ejerce sobre el cerebro.

La estimulación que la cafeína provoca por tanto sobre nuestra mente no es de forma directa sino de manera indirecta. Al impedir que la adenosina haga su función provoca que otras sustancias como la dopamina - una molécula estimuladora de la actividad neuronal- hagan su trabajo a sus anchas, sin "nadie que las contrarreste".  El resultado de todo esto es el que muchas personas ya conocen: hay una mayor sensación de estar despiertos, más alerta, menor sensación de sueño y también mayor ansiedad.

Como consecuencia de toda esta alteración de los neuromoduladores cerebrales, se producen otros desajustes en otros órganos como el riñón, donde vemos aumentada la necesidad de micción, haciéndonos más vulnerables a sufrir deshidratación, aumenta la tensión arterial y hay un aumento el ritmo cardíaco.

 El problema de la cafeína aparece cuando nuestro cuerpo se ha acostumbrado a la dosis diaria que le proporcionamos y ya no nos hace sentir ese efecto estimulador sobre el cuerpo, entonces necesitamos consumir más cantidad para llegar al mismo estado, provocando de esta manera que también aumenten los ritmos de tensión arterial y cardíaco. Dicho de otra manera, la cafeína es una sustancia adictiva que necesita ir aumentado la dosis para obtener los mismos efectos.

La cantidad que se recomienda de café al día es de 2-3 tazas. A partir de 5 tazas ya se puede crear dependencia física y psicológica. Desde mi punto de vista, si tomamos café buscando este efecto estimulante, debemos entonces tomarlo solo en las situaciones que realmente lo necesitemos, ya que si lo tomamos diariamente no vamos a notar ninguna mejoría.




3 comentarios:

  1. a veces no nos damos cuenta de nuestras "adicciones"

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  2. Hola Núria.

    Super interesantes tus aportaciones... nos ha recomendado tu blog nuestro entrenador Jordi Elias y realmente aportas una información muy útil para los que practicamos déporte con asiduidad.

    Te incluyo en mi lista de blogs preferidos ;).

    Salud y gracias

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  3. Muchas gracias Isma! Espero seguir publicando entradas que os parezcan interesanes y os sean útiles!

    Saludos! :)

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