martes, 22 de febrero de 2011

Sobre las proteínas.

Esta semana he querido dedicarle una entrada a este nutriente tan importante. En nuestra alimentación actual no es común ver déficit proteicos, es más, normalmente consumimos más proteínas de lo que deberíamos, pero también es muy frecuente - sobre todo entre las mujeres-, comer una ensalada como plato único pensando que estamos haciendo una comida cien por cien saludable. Es por eso que me gustaría dar a conocer el metabolismo de las proteínas para entender mejor qué es lo que nuestro cuerpo necesita.

Las proteínas ocupan un lugar de máxima importancia entre todos los nutrientes que necesitamos ingerir, pues sin ellas no hay vida y todos los procesos biológicos que realizamos dependen de su presencia y/o su actividad. Solo consumiéndolas podemos incorporar nitrógeno a nuestro organismo; el nitrógeno es esencial y participa en numerosas reacciones vitales. Cada célula viva y todos los fluidos corporales, excepto bilis y orina, contienen proteínas.

Las proteínas son moléculas enormes formadas por la unión de moléculas más pequeñas: los aminoácidos.  La mayor parte de las proteínas están formadas por un número entre 100 y 300 aminoácidos, pudiendo llegar incluso a 2000. Sin embargo el número de aminoácidos distintos es de veinte, y de estos, nuestro cuerpo no puede sintetizar ocho. Estos son los denominados aminoácidos esenciales y debemos ingerirlos con la alimentación diaria.

Además, a pesar de esta importancia que tienen para nosotros, nuestro cuerpo no las almacena - a diferencia de los otros dos nutrientes principales, hidratos y grasas, que si podemos almacenar-. Cuando nuestro cuerpo necesita una proteína determinada la fabrica a partir de sus moléculas básicas, los aminoácidos, uniéndolos uno tras otro en un orden determinado. Una vez ésta ha cumplido la función que tenía que desarrollar se destruye aprovechando los aminoácidos para crear otra proteína. Este proceso hace que la vida media de una proteína dentro de nuestro organismo sea bastante corta comparada con otras moléculas.

De todo esto podemos deducir que es necesario mantener una aporte regular durante el día de alimentos proteicos para no encontrarnos en la situación de déficit de algún aminoácido, ya que si esto ocurriera, la proteína que necesitamos no se fabrica, poniendo en riesgo alguna de las funciones de nuestro cuerpo.  Este riesgo se ve aumentado cuando se práctica algún deporte a alta intensidad, ya que hay mucha destrucción de tejido, y con ello también de proteínas, por lo que la fabricación de alguna de ellas se ve comprometida.

Hay que consumir por tanto en cada comida alguna fuente de proteínas: pescado, carne, huevo o legumbres. Normalmente no es ninguna dificultad ingerir alimentos proteicos en la comida o en la cena, pero el desayuno es el que queda más descompensado en este sentido. Sea por nuestro ritmo de vida, las prisas, la inapetencia o creencias falsas, el desayuno se ve desequilibrado en cuanto al aporte de proteínas. Habría que intentar hacerlo más saludable incluyendo por ejemplo algo de queso o jamón en las tostadas, yogur con cereales y una fruta,  un puñado de frutos secos...

Otro punto de interés también a tener en cuenta es el valor biológico de las proteínas que tienen los alimentos que estamos consumiendo. El valor biológico, para explicarlo de una manera sencilla, hace referencia al aporte de aminoácidos esencianles que contiene el alimento. Si éste contiene todos los aminoácidos esenciales, hablamos de un alimento con proteínas de alto valor biológico y estos son los alimentos de origen animal: pescado, carne, huevo, leche. Por el contrario si es deficitario en alguno de estos aminoácidos, decimos que las proteínas de este alimento son de bajo valor biológico, es el caso de las legumbres y los cereales. En este último caso, es recomendable hacer comidas que contengan los dos alimentos ya que se complementan y estamos aportando entonces todos los aminoácidos necesarios. Es un ejemplo típico de esto las lentejas con arroz.

Como conclusión, aún viviendo en una sociedad en la que los problemas derivados de la falta de proteínas no son comunes, si existe bastante desequilibrio dentro de la alimentación global y de cada comida por separado del aporte de éstas. Hay que ser consciente por eso de ello y corregirlo. Mi consejo es siempre que en cada comida hemos de identificar todos los grupos de alimentos: hidratos, proteínas y verduras.

1 comentario:

  1. Núria,me gustaría me aclararas una duda,¿es aconsejable desde el punto de vista rendir-recuperación de poner al agua isotónica durante y justo al terminar(yo la consumo al 5% de concentración)una parte de proteinas? si es así ¿cual o qué peoporción sería la adecuada x/100ml sobre esa concentación de azúcares del 5%? ¿3g-4g/100ml?
    Gracias de antemano.
    Jose Manuel.

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