lunes, 13 de junio de 2011

Alimentación e inflamación.

Una de las motivaciones por las cuales inicié este blog fue la de concienciar a la gente que me leyera de la importancia que tiene nuestra alimentación en nuestro estado de salud. Los alimentos que comemos siempre producen una consecuencia en algún nivel de nuestro cuerpo. Esta semana escribo una nueva prueba de ello: según que alimentación llevemos podemos estar favoreciendo un estado de inflamación continua en nuestro organismo.

Las investigaciones muestran que detrás de cualquier patología crónica se esconde un proceso inflamatorio que empeora la evolución de dicha enfermedad. Incluso en la obesidad - una patología crónica como otras, aunque no considerada como ello por muchas personas-  hay un proceso inflamatorio crónico que nos hace más vulnerables. A este tipo de proceso se le denomina inflamación silenciosa ya que no produce dolor, pero la lesión es la misma.

El tipo de grasas que consumimos tiene un papel bastante relevante en la intensidad con la que esta inflamación silenciosa se desarrolla. Algunos tipos de ácidos grasos son precusores de unas moléculas llamadas eicosanoides, unos mediadores bioquímicos con un papel importante en la respuesta inflamatoria y en la inmunidad. Los eicosanoides no estan compuestos por un solo tipo de moléculas sino que son un grupo de sustancias diferentes, los más importantes son los leucotrienos, los tromboxanos y las prostaglandinas. Sus funciones están relacionadas con la vasocostricción/vasodilatación, favorecen o inhiben la agregación plaquetaria, aumentan la permeabilidad vascular... Esto hace que algunos de ellos empeoren la situación de inflamación y otros la mejoren.

Los eicosanoides se forman a partir de tres tipos diferentes de ácidos grasos. Dos de ellos son derivados de la serie omega 6, del ácido linoleico y araquidónico, y el otro es un derivado del ácido linolénico, de la serie omega 3.   Según de qué tipo de ácido graso proviene, se forman uno u otro tipo de eicosanoide y con ello varía el tipo de respuesta que vamos a obtener.

Aquellos eicosanoides que se forman a partir de ácidos grasos omega 3 tienen propiedades aintiinflamatorias ( son vasodilatadores, evita la agregación plaquetaria...). Por el contrario, los que derivan de los ácidos araquidónico y linoleico tienen más propiedades pro-inflamación.

Actualmente, en nuestra alimentación general, hay un desequilibrio bastante grande entre este tipo de grasas, siendo aquellas que producen inflamación las más consumidas. Se estima que la relación aceptable entre ambas (omega6/omega3) debería situarse entorno al 1,5- 3 - un resultado que sí encontramos en Japón-. Es decir, que siempre habrá más cantidad de grasas proinflamatorias que anti, pero la relación entre ambas debe ser más equilibrada, cosa que no sucede en nuestro país.

¿Y qué debemos comer para equilibrar la relación de omega6/omega3? Pues no hay ningún alimento que lleve solo un tipo de grasa sino que siempre están mezclados y lo que varía son las proporciones. Mi recomendación particular, por lo que se ve en la "calle", es que deberíamos comer más pescado (debería estar en la mesa el mismo número de veces que la carne), y moderar el consumo de aceites vegetales ( tipo girasol), frutos secos, los alimentos precocinados, las frituras. Bajar el consumo de carne roja sobretodo y elegir aquellas más magras.En definitiva, aumentar nuestra variedad de alimentos.



6 comentarios:

  1. Tema interesante el que has expuesto Núria,materia desconocida para mucha gente, pero de mucho interes desde el punto de vista de la salud.
    Por ejemplo uno de ellos, el leucotrieno B4 y la PGE2 son los maximos resposable del dolor crónico e inflamación,ademas de afecciónes de piel como(eccema y psoriasis)y como bien dices el aumento de los buenos como PGE1 se reduciría estos y otros problemas.
    Y el tromboxano culpable de la agregación plaquetaria y vasoconstricción de las arterias provocando serios problemas cardiovasculares donde nuevamente el PGE1 ayudaría a reducir este mal.
    Pero como tantas cosas, el llevar una buena alimentación es fundamental para mantener equilibrados las funciones tan importantes que cumplen en nuestro organismo estos eicosanoides.¡Y por cierto no olvidarse de nuestro buen aceite de oliva virgen¡.
    Gracias y buen post.Jose Manuel.

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  2. Hola Jose Manuel,

    Muchas gracias por tu aportación.
    Un saludo.

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  3. Tema interesante, pues en casa tengo a mi mujer que tiene una enfermedad.. según ellos es una inflamación entre dos capas de la piel.. efecto rebote de las sesiones de quimio.. que recibió cuando le detectaron un cáncer de mama.
    Al principio se pensaban que era un tipo de esclerodermia.. pero no sabían cual si la sistemática o la localiza.
    Así llevamos unos 8años y la inflamación es constante y lo único que le dan cortisona.
    Si quieres mas información me lo dices y te pasare algún dato de los últimos que nos han dado.

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  4. Parece que una de las resposables es una ezcima llamada delta-5 desaturasa del que una parte se ve convertido en acido araquidonico siendo tambien convertido el un ecosanoide malo,el leucotrieno responsable de alergias y trantornos en la piel.
    Parece ser que el acido AEP(eicosapentaenoico) inhibe la activacion de la delta-5 desaturasa,y ese acido graso se encuentra en los pescados,salmón,sardinas,caballa.Saludos.

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  5. Lo siento he olvidado poner mi nombre en el comentario anterior.Jose Manuel.Saludos.

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  6. Hola Abuelo Runner,

    Desde luego me encantaría que me pasaras toda la información que puedas tener y que pueda ser interesante para mi. Si puedes escribirme a mi correo nuriapuigblog@hotmail.com.

    Un saludo y gracias!

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