Para que nuestra dieta sea equilibrada y adecuada des de el punto de vista nutricional, la elección de los alimentos correctos es el primer paso fundamental que debemos lograr. No obstante, una vez estos alimentos llegan a nuestro hogar y hasta que los consumimos pueden ser tratados de forma incorrecta y hacer que pierdan valor nutricional por el camino. Aquí van algunos consejos para asegurar que mantenemos, si no el cien por cien de los nutrientes, un porcentaje bastante elevado de los mismos:
- Las verduras y las frutas son los alimentos más vulnerables a la pérdida de nutrientes - vitaminas y minerales- es por eso que debemos asegurar una buena conservación y una buena manipulación antes de consumirlos.
- En cuanto a la conservación, deben colocarse en el lugar apropiado de la nevera, en los cajones destinados a estos alimentos.
- Hay que evitar cortarlos, tanto para conservarlos como a la hora de cocinarlos, pues a mayor superficie en contacto con oxígeno, más destrucción y pérdida de nutrientes ocurre. Lo mejor es cocinar las verduras en trozos grandes y mantener la piel en aquellos alimentos que sea posible ya que, la piel protege, por un lado, el alimento pero además es otra fuente de nutrientes que nos interesa conservar.
- Hay que evitar poner en remojo las verduras, pues parte de las vitaminas y minerales solubles pasan del alimento al agua y se pierden. Para lavarlas es mejor ponerlas directamente bajo el agua y escurrirlas bien.
- La cocción es otro punto donde se pierden nutrientes. Es preferible usar técnicas culinarias alternativas como el vapor o el papillote. No obstante, si queremos hervir las verduras, lo mejor es utilizar la menor cantidad de agua posible y añadir sal antes de echar la comida, pues con esta sal, equilibramos las concentraciones en minerales entre agua y alimento y las pérdidas son menores.
- También es aconsejable usar el caldo resultante para preparar otros platos, pues este caldo contiene parte de estas vitaminas y puede ayudarnos a enriquecer otras preparaciones.
- En cuanto a las frutas, las recomendaciones son parecidas; evitar cortar las frutas en trozos muy pequeños, consumirlas en el momento y mantener la piel en aquellas que sea posible.
- El vinagre y el limón son dos alimentos que podemos usar para conservar frutas y verduras y protegerlas de la oxidación.
- En cuanto a carnes y pescados, la forma de cocción es importante, pero donde pueden producirse los mayores riesgos tanto de pérdida de nutrientes como de proliferación de bacterias es durante la conservación.
- A la hora de congelar estos alimentos es importante que nos aseguremos de que quedan bien envueltos y a ser posible separados entre si.
- A la hora de descongelarlos, lo ideal es que se descongele en la nevera, no obstante, si nos hemos olvidado de sacarlo antes, podemos dejar que se desconjele en un plato o tupper poniendo debajo una rejilla que separe la carne del agua del descongelado, pues este agua puede intoxicar la carne.
- No es aconsejable que descongelemos estos alimentos en agua por el mismo motivo que las verduras, su pérdida de nutrientes será mayor.
- Otro punto a tener en cuenta es evitar echar sal a la carne antes de cocinarla, pues esto deshidrata la carne y hace que quede más seca cuando la consumimos. Hay que echar la sal al final del cocinado o mejor, cambiarla por hierbas o especias que le den otro toque.
- Para evitar la contaminación cruzada, hay que asegurarse que la superficie donde se manipulan estos alimentos está bien limpia y no mezclar carne ni pescado en la misma tabla sin antes limpiarla correctamente con jabón.
Legumbres y cereales suelen perder pocos nutrientes, entre otras causas, porque ya los han perdido gran parte de ellos en el proceso de refinado.
Debemos prestar atención a estas pequeñas cosas, pues la dieta puede empobrecerse notablemente cuando no mantenemos unas pautas de manipulación correctas y en el peor de los cosas, el resultado puede ser una intoxicación alimentaria.
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